lunes, 21 de julio de 2008

Nina no esperaba verme hoy. Me besa. Un segundo de inmortalidad, un segundo de deseo, un segundo de… me suelta. Un segundo de felicidad, y yo quisiera que fueran siglos, pero entiendo, porque ambos somos demasiado pudorosos.

- Pensé que hoy estarías ocupado.
- Toma

Le entrego la cámara. Nina está contenta, pero no me presta demasiada atención. Quizás yo también debería trabajar, así podría dejar de pensar en ella un segundo.

Sus compañeros me miran extrañados. Tampoco esperaban verme.

-¿Dulces?

Siempre es bueno tener un as bajo la manga para desviar la atención de los curiosos. Nina sigue dirigiendo su proyecto audiovisual.