Cojo un paraguas. Me detengo. La inmovilidad me hace cambiar de opinión y dejo el paraguas. El silencio de la casa en contrapunto con el estrépito de la tormenta me aclara que estoy cometiendo un error al salir solo con mi impermeable negro. Siempre he sido un tipo obstinado.
jueves, 31 de julio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario