…Después del bip. Biip.
- ¿Rita?
Cuelgo. Hace una semana completa que no hablamos. En verdad no me importa demasiado.
La absurda vida-novela de Juan José Sandoval, que tiene una cabeza que piensa demasiado.
Suena “My Foolish Heart”, canta Carmen Mcrae. Estoy en ese estado donde todo se mueve más lento de lo normal. Casi no hay ruido. No, no es eso. Lo que pasa es que los ruidos son ruidos limpios. El camión que se oye a lo lejos es un camión, el jazz es jazz, y se escucha el murmullo del silencio. Todos los sonidos se imponen, sin enturbiarse a ellos. Cada uno me obliga a prestarle una atención obsesiva, que no quiero darles. Logro escuchar mi cigarro quemándose y me percato. Es oficial: Estoy fuera de la realidad. No me asusta mi descubrimiento. Es una advertencia. Puedo salirme de la realidad y el tiempo a voluntad, pero cuando esto ocurre de manera espontánea, algo anda mal o tengo una tarea pendiente. No hay que desesperarse, ya inventaré algo.
Salto el portón de casa. Perdí las llaves otra vez. No hay nuevos mensajes en la contestadota. No tengo hambre, solo bebo una taza de té. Dejé el ir a la tabaquería para mañana. Tenía cigarros en la casa. Una compra por día es suficiente.
Empiezan a ladrar los perros. Pienso en lo urgente de mudarme a un departamento. Vivo lejos de todo, pero ese no es el problema. Mi casa es demasiado grande para mí, y el vacío me hace pensar demasiado. Quizás en otra vida fui taoísta. Que idiotez, jamás he creído en vidas pasadas. Tampoco en esta.