domingo, 29 de junio de 2008

…Después del bip. Biip.

- ¿Rita?

Cuelgo. Hace una semana completa que no hablamos. En verdad no me importa demasiado.

Suena “My Foolish Heart”, canta Carmen Mcrae. Estoy en ese estado donde todo se mueve más lento de lo normal. Casi no hay ruido. No, no es eso. Lo que pasa es que los ruidos son ruidos limpios. El camión que se oye a lo lejos es un camión, el jazz es jazz, y se escucha el murmullo del silencio. Todos los sonidos se imponen, sin enturbiarse a ellos. Cada uno me obliga a prestarle una atención obsesiva, que no quiero darles. Logro escuchar mi cigarro quemándose y me percato. Es oficial: Estoy fuera de la realidad. No me asusta mi descubrimiento. Es una advertencia. Puedo salirme de la realidad y el tiempo a voluntad, pero cuando esto ocurre de manera espontánea, algo anda mal o tengo una tarea pendiente. No hay que desesperarse, ya inventaré algo.

Salto el portón de casa. Perdí las llaves otra vez. No hay nuevos mensajes en la contestadota. No tengo hambre, solo bebo una taza de té. Dejé el ir a la tabaquería para mañana. Tenía cigarros en la casa. Una compra por día es suficiente.

Empiezan a ladrar los perros. Pienso en lo urgente de mudarme a un departamento. Vivo lejos de todo, pero ese no es el problema. Mi casa es demasiado grande para mí, y el vacío me hace pensar demasiado. Quizás en otra vida fui taoísta. Que idiotez, jamás he creído en vidas pasadas. Tampoco en esta.

jueves, 26 de junio de 2008

- Te estaba esperando
Rita Mueller intenta mirarme con reproche. Es una pésima actriz.
- Ya sé, ya sé. Estaba comprando cigarros, pero no podía decidir cuales.
Lo peor de mi malísima excusa era que no mentía. Estuve más de veinte minutos fuera de una tabaquería. Ahora Rita me mira con desaprobación de verdad. Sabe que es cierto.
- Deberías dejar de fumar.
- Gracias por el consejo.
En verdad no lo agradezco.

El café está casi vacío. Rita lo escogió apropósito. Pensó que así se facilitarían las cosas.
- ¿Y? ¿Me contaras de que se trata?
El periodismo debería declararse una carrera femenina, a las mujeres les encantan las primicias.
- No es nada Rita, déjalo ya.
Llegan los cafés. Expersso doble y capuchino con crema.
-¿Tiene canela?
Clásico de Rita.
- ¡Ahora si que no te salvas! ¿De qué se trata lo que estás escribiendo?
Su error no dura mucho. Me salvo.
- Aquí está su canela.
Alcanzo a prender un cigarrillo mientras el camarero se va. Rita sabrá que significa el gesto. Me gusta fumar en silencio. Quizás en verdad no me gusta conversar mientras fumo. Probablemente ni siquiera me gusta conversar.

Salgo. Rita y yo acabamos peleando. No le he dicho en lo que trabajo, porque en verdad no trabajo en nada. Se lo he dicho y no me ha creído. Me preguntó si realmente éramos amigos, si es que confiaba en ella. Lo irónico es que ella la que no confía en mi. Se fue furiosa. Cuando me levanté y fui a pagar a la caja, me dijeron que ella había cancelado todo. Lo hizo como compensación por haber roto mi cajetilla de cigarros durante nuestra discusión, Estoy seguro. Rita es muy sensible ¿Dije que es una pésima actriz?
-¿Es ud músico?
- No, soy escritor.
De nuevo la bendita pregunta. Camino. Los arcos del pasillo alejan al tipo que me interrogaba. El ya no piensa en mi, seguramente conversa con sus amigos. Ya habíamos hablado antes. El tampoco es músico, es actor. Ya lejos, giro la cabeza. Los arcos lo enmarcan. Tengo la impresión de estar viendo una foto. Mejor. Las fotos son siempre del pasado.